La propuesta se refiere a una serie, que tuvo su inicio a principios de 2013, llamada “La Mata”. Esa mata atlántica presente en las costas de Brasil y que llega hasta nuestra Mesopotamia. La artista busca retratar a través de distintos materiales la exuberancia y la naturaleza avasallante que tan lejos está de los centros urbanos.
En cuanto a la forma de trabajo, la artista arranca con un dibujo espontáneo y desenfadado que busca representar la exuberante mata. Para su trabajo se apoya en la música, específicamente percusión por ser “la más próxima a lo que busco representar, sigo el ritmo con el dibujo” afirma la artista.
Un dibujo que aparenta no tener ni principio ni fin, en ese ritmo avasallante aparecen espacios, de cielo o agua que son descansos coloridos y responden a otro ritmo musical.
Esta “mata” adquiere distintas formas en la propuesta de la artista; bidimensionales y tridimensionales. Entre lo tridimensional estamos hablando de objetos que buscan ser “vividos”; objetos para sentarse o para jugar.
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